La artrosis es una de las enfermedades reumáticas más comunes y afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a partir de los 50 años.
Se trata de una patología degenerativa de las articulaciones que, poco a poco, limita la movilidad y provoca dolor, afectando a la calidad de vida de quienes la padecen.
Aunque no tiene cura definitiva, existen muchas formas de aliviar sus síntomas y mantener una vida activa e independiente durante más tiempo.
En este artículo te explicamos qué es la artrosis, cuáles son sus síntomas más frecuentes y qué estrategias, tanto médicas como de apoyo ortopédico, pueden ayudarte a sentirte mejor en el día a día.
Qué es la artrosis
La artrosis es una enfermedad articular crónica caracterizada por el desgaste progresivo del cartílago que recubre las superficies óseas.
Este cartílago actúa como una especie de “amortiguador” que facilita el movimiento y evita el roce directo entre los huesos.
Cuando se deteriora, los huesos entran en contacto, generando dolor, rigidez y, en muchos casos, inflamación.
Las articulaciones más comúnmente afectadas son:
Rodillas (gonartrosis).
Caderas (coxartrosis).
Manos y dedos.
Columna vertebral.
Principales causas
Edad: el paso del tiempo es el factor más determinante.
Predisposición genética: algunas personas tienen mayor riesgo por herencia familiar.
Sobrecarga articular: sobrepeso, movimientos repetitivos o esfuerzos físicos prolongados.
Lesiones previas: fracturas o traumatismos que dañaron la articulación.
Síntomas más comunes de la artrosis
Los signos de la artrosis pueden variar según la articulación afectada, pero los más habituales son:
Dolor articular: al principio aparece tras la actividad, y con el tiempo incluso en reposo.
Rigidez: especialmente por la mañana o después de estar sentado mucho tiempo.
Pérdida de movilidad: dificultad para realizar gestos cotidianos como subir escaleras, peinarse o abrir frascos.
Inflamación y crujidos articulares: sensación de roce o chasquido al mover la articulación.
Reconocer estos síntomas en fases tempranas permite poner en marcha medidas que ayudan a frenar la progresión de la enfermedad y mantener mayor autonomía.
Cómo aliviar los síntomas de la artrosis
Aunque la artrosis no se puede curar, sí existen muchas formas de reducir el dolor y mejorar la movilidad. Entre las más recomendadas encontramos:
1. Mantenerse activo
El ejercicio físico moderado es fundamental. Actividades como caminar, nadar o practicar ejercicios de bajo impacto fortalecen la musculatura y ayudan a proteger las articulaciones.
También existen programas de fisioterapia específicos para mantener la flexibilidad y reducir la rigidez.
2. Controlar el peso
El sobrepeso ejerce presión adicional sobre las articulaciones, especialmente en rodillas y caderas. Mantener un peso adecuado reduce significativamente el dolor y retrasa el avance de la artrosis.
3. Aplicar calor y frío
Calor: relaja los músculos y disminuye la rigidez.
Frío: ayuda a reducir la inflamación y calma los brotes de dolor.
4. Buena alimentación
Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, pescado azul y frutos secos, aporta antioxidantes y ácidos grasos omega-3 que contribuyen a la salud articular.
5. Tratamiento médico
El reumatólogo puede recomendar analgésicos, antiinflamatorios o infiltraciones en los casos más avanzados.
Es importante seguir siempre las indicaciones del especialista.
El papel de las ayudas ortopédicas
Además de los cuidados personales y médicos, los productos ortopédicos pueden marcar una gran diferencia en la vida diaria de las personas con artrosis.
Su función principal es disminuir la carga sobre las articulaciones, mejorar la movilidad y proporcionar seguridad al caminar o realizar actividades cotidianas.
Algunos de los más útiles en estos casos son:
Ortesis de rodilla, muñeca o tobillo: ofrecen estabilidad y alivian la presión en las articulaciones más afectadas.
Bastones y andadores: ayudan a mantener el equilibrio, reducen el dolor al caminar y aumentan la independencia.
Sillas de ruedas y scooters eléctricos: recomendados para personas en fases avanzadas, que encuentran limitaciones severas en la movilidad, permitiendo continuar con una vida activa y social.
Cada persona es diferente, por eso lo más recomendable es consultar con especialistas en ortopedia que puedan valorar la situación y orientar sobre la ayuda más adecuada en cada caso.
La artrosis puede ser un desafío, pero con la información adecuada, hábitos saludables y el apoyo de tratamientos médicos y ortopédicos, es posible aliviar los síntomas y mejorar notablemente la calidad de vida.
Lo más importante es no resignarse al dolor, sino buscar soluciones adaptadas a cada necesidad.
En Ortopedia Online Tarancón estamos para escucharte y acompañarte en este proceso, con experiencia y dedicación al servicio de tu bienestar.
Contáctanos y descubre cómo podemos ayudarte a vivir mejor con artrosis.
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