Cómo inmovilizar una clavícula: tipos de inmovilizadores

Las inmovilizaciones son consideradas un tipo de procedimiento para poder limitar el movimiento de una articulación o hueso que haya sido lesionado.

Para procurar la misma se usan materiales específicos como: vendas, yeso, férula, entre otros. De este modo, se evita en gran medida que dicha lesión se haga más grave.

En el caso de la clavícula, es un hueso que se encuentra ubicado de forma horizontal entre la parte superior del omóplato y el esternón.

Cuando se presenta una lesión en esta parte del cuerpo, se utiliza la técnica de inmovilización a través de un cabestrillo, y debe terminar su tratamiento con sesiones de fisioterapia.

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A su vez, los pacientes con este tipo de inmovilizaciones, deben contar con cuidado específicos para evitar daños mayores. Entre estos cuidados, se encuentran:

• Deben tener la mayor comodidad posible y no deben mover la zona afectada.
• No pueden hacer esfuerzos que alteren la inmovilización con la que cuentan.

INMOVILIZADORES ORTOPEDICOS: PARA QUE SIRVEN

Las inmovilizaciones de la clavícula se implementan con la intención de que los pacientes no se generen daño así mismo y puedan empeorar la lesión que tengan. Para ello, se tienden a utilizar algunos materiales o dispositivos que ayudan a evitar el movimiento de la parte afectada.

En este caso, según el tipo de lesión y la parte que haya sido afectada, se llevará a cabo la inmovilización. De este modo, el paciente contará con un trato adecuado de la parte afectada, evitando en gran manera, que se pueda complicar su estado físico.

Se requiere de tratamientos fisioterapéuticos que, partiendo de la inmovilización, pueden conseguir mover y adecuar la parte lesionada, sin generar complicaciones al paciente. Por ello, la inmovilización debe aplicarse de manera precisa y exacta, impidiendo de este modo que la extremidad pueda empeorar con un movimiento inadecuado.

TIPOS DE INMOVILIZADORES DE CLAVICULA

Son muchas las formas que se usan para lograr inmovilizar la clavícula.

De hecho, la mayoría de los tipos de inmovilizadores ofrecen comodidad al paciente para que pueda hacer algunas actividades sin problema alguno.

Entre ellos, se destacan los siguientes:

• Vendaje en ocho

Este sistema se utiliza para inmovilizar al paciente de forma que permanezca sentado, con las manos en la nuca y empujando los codos hacia atrás, para que el paciente pueda llevar también los hombros hacia atrás.

En esta posición, se aplica el vendaje, almohadillando las axilas debidamente y con una compresión leve.

• Inmovilizador tipo Sling

Este es un inmovilizador que se encuentra elaborado en poliéster y poliamida. Dispone de una cinta con anillas, soporte de antebrazo, cinta tanto corta como larga conformada por dos velcros.

De este modo, el paciente puede adaptarse de forma sencilla a este tipo de inmovilizadores.

• Órtesis clavicular

Es un tipo de inmovilizador que cuenta con diversos diseños de tipo anatómico y con gran seguridad para que los pacientes puedan lograr mantener en posición correcta las partes que tiene lesionadas.

COMO TRATAR LA CLAVICULA CON FISIOTERAPIA

Cuando se trata de una lesión de la clavícula, el tratamiento de fisioterapia implica aplicar movimientos en el brazo para impedir síndromes compartimentales, producidos por la inmovilización.

De igual manera, se ayuda mediante la masoterapia reduciendo la tortícolis que se ha generado por la fractura.

De este modo, con la movilización de la parte superior, se ayuda a la integración nuevamente de la clavícula en la articulación del hombro.

Sumado a esto, la incorporación de estiramientos permite conseguir la relajación en la musculatura que se encuentra ligada a este tipo de lesiones.

Por tanto, la inmovilización es fundamental para que el paciente pueda alcanzar la recuperación de la clavícula y de toda la zona afectada por la lesión.

Posteriormente, los ejercicios realizado como parte de la fisioterapia serán de gran ayuda para que el paciente pueda lograr una mejoría y una cura total de la lesión.