Los bragueros o también conocidos como fajas son un elemento muy útil para el manejo de las hernias.
Aunque el mejor tratamiento es la cirugía (para casos donde hay hernias con propulsión de una víscera o parte de ella por un orificio congénito, por ejemplo), los bragueros son una excelente y convencional alternativa de fácil uso y adaptación en casos donde por edad avanzada u otras patologías, la intervención quirúrgica no es la solución.
Para obtener buenos resultados, el paciente debe adaptarse al uso del braguero siguiendo las instrucciones con el fin de evitar que un mal uso resulte perjudicial.
Estos se utilizan cuando aparece una hernia umbilical, hernia de pared abdominal considerada la más frecuente y común de encontrar.
Esta patología consiste en la salida de contenido intraabdominal recubierto de membrana peritoneal, a través de un orificio que se abre desde la pared abdominal.
Para este caso como bien su nombre lo indica, este orificio es a través del ombligo. Este tipo de hernia puede aparecer tanto en adultos como en bebés.
En el caso de los pequeños, requiere más cuidado, ya que si después del nacimiento, el ombligo no se cierra de manera natural, es probable que se forme una hernia umbilical en el bebé, con el agravante de que no es muy usual que pueda operarse a tan corta edad.
El principal síntoma de la hernia umbilical es la aparición de un bulto a nivel del ombligo que puede variar de tamaño (aumenta y disminuye), y suele estar acompañado de dolor en la región afectada.
Los signos son evidentes, visibles y palpables, sin embargo en ocasiones se puede afinar el diagnóstico mediante una ecografía.
Si no se trata a tiempo puede traer consecuencias muy graves. Puede llegar a evolucionar hasta el punto de que el contenido del interior del abdomen se salga y no se vuelva a introducir causando una incarceración.
Si lo que se sale es intestino y no se reintroduce en corto tiempo puede convertirse en una estrangulación que ocasione una perforación intestinal, luego una peritonitis y por ende, un cuadro infeccioso muy grave.
Por estas razones lo mejor es no llegar hasta estos casos, buscar ayuda médica, intervenir quirúrgicamente y apoyarse en el uso de bragueros inguinales.
Como decíamos, estos bragueros son una excelente herramienta para el tratamiento de la hernia umbilical sobre todo para evitar el dolor y/o hacer compresión sobre la zona umbilical para ayudar a que el contenido fuera del abdomen regrese al interior del cuerpo.
El braguero es una gran ayuda aunque el tratamiento definitivo es quirúrgico. Algunos cirujanos suturan el orificio de la hernia si llega a medir menos de 1,5 a 2 centímetros de diámetro. Cuando es superior a 2 centímetros utilizan una malla además de la sutura para reforzar la zona.
Los bragueros están compuestos de una cincha elástica afelpada con cierre posterior de velcro, y una almohadilla umbilical que se puede intercambiar.
También cuentan con una compresión puntual sobre la zona umbilical a manera de almohadilla hecha de tela de rizo suave para el máximo confort.
El braguero también trae otra almohadilla curva con una capa adhesiva que puede colocarse individualmente debajo de la cubierta.
Se le denomina también “cinturón ergonómico” de apoyo de hernia umbilical y abdominal. Es ideal para reducir el dolor de la hernia umbilical que puede ser muy fuerte, constante e incómodo dando al paciente sensación de alivio.
En el mercado se pueden encontrar bragueros tanto para mujeres como para hombres. Los bragueros umbilicales normalmente se fabrican en colores blanco o beige para usar debajo de la ropa. Vienen en tamaños diferentes según la circunferencia de la cintura.
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