Los corsés son chalecos elaborados en plástico rígido que se colocan alrededor del torso a partir de la parte baja de las axilas, llegando a las caderas.
Estos cuentan con unas cintas ajustables para que de esta manera se puedan mantener siempre estables en su lugar, y lleguen a cumplir su objetivo primordial: enderezar la columna.
El corsé, que es también conocido bajo el nombre de ortésis, es sumamente utilizado para tratar problemas en la columna vertebral de niños y adultos, causados por los siguientes factores:
Además, existen varios tipos de corsés y se diferencian según la función que deben cumplir en cada paciente. Estas diferencias tienen que ver con su finalidad y su elaboración.
Si quieres saber más detalles sobre este tipo de corsés, consulta este enlace.
Tal y como lo mencionamos anteriormente, los corsés están indicados para resolver problemas de salud que afectan a los pacientes. Sin embargo, su condición podría agravarse en caso de no ser tratada a tiempo.
Por ejemplo, estos padecimientos pueden llegar a afectar las articulaciones y los órganos internos como los pulmones y el corazón.
Actualmente, existen muchos tipos de corsés que están diseñados para un uso específico. Por tal motivo, es pertinente consultar al especialista antes de adquirir uno de estos modelos, dado que vas a encontrar en el mercado dos tipos:
Este se utiliza principalmente para mejorar la posición de la columna y está especialmente indicado para el tratamiento de una hernia discal.
Sus ballenas metálicas tienen una función principal y es hacer que el corsé sea mucho más resistente. Finalmente, este corsé tiene un cierre destinado a ajustarlo o cerrarlo, en función de la necesidad de cada paciente.
Estos se elaboran con materiales como el polipropileno u otros materiales termoplásticos que llevan un forro que varía según las necesidades de cada persona.
Para fabricarlos, se crean a partir de un yeso y, posteriormente, técnicos especializados en cada patología que se debe corregir, los elaboran a medida.
Existen varios tipos de corsés en esta categoría, entre los que se destacan: el JMilwaukee, Ewett, Williams y Knight Taylor, con los cuales solo el especialista podrá realizar los ajustes necesarios.
Es un error habitual confundir los corsés con las fajas, que a simple vista se ven muy similares pero en realidad este no es el caso. Los corsés tienen una estructura rígida, mientras que las fajas están elaboradas solamente con tela.
Por su parte, las fajas se utiliza por motivos estéticos, mientras que los corsés corrigen las deformaciones de la columna vertebral del paciente.
Por esta razón, es indispensable que consultes a un especialista en caso de sentir dolores o molestias. De esta forma, será él quien pueda decidir cuál es el tipo de corsé más indicado para ti. Realizar tratamientos por tu propia cuenta podría traerte complicaciones severas.
Cuida tu corsé correctamente
Siempre que uses tu corsé, debes darle unos cuidados básicos para asegurar que este pueda cumplir sus funciones principales. Siempre comprueba que esté colocado de la forma correcta.
Además, revisa que la piel que queda debajo del corsé esté seca, y límpialo cada vez que sea necesario.
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