Actualmente, existe una gran variedad de inmovilizadores de clavícula que se pueden conseguir dentro del mercado. Cambian el material con el que está confeccionado, su imagen visual, su resistencia, pero todos tienen un mismo objetivo.
¿Qué lesiones se pueden prevenir con esto? En Ortopedia Técnica Tarancón tenemos la solución que necesitas para tus hombros y clavículas.
Este inmovilizador de clavícula es uno de los más populares y se distingue porque tiene forma de un número ocho en la espalda. Como su confección incorpora una almohadilla interior, ofrece un gran confort cuando el paciente lo utiliza.
Normalmente, se usa como alternativa para los pacientes que padecieron luxaciones o están bajo tratamientos después de fracturas en la clavícula.
Los expertos aseguran que a través de esto también se puede conseguir correcciones por carga de esta zona y la denominada cifosis.
De todas formas, como habitualmente se aconseja, siempre se debe acudir primero al ortopeda, que será quien determine si se necesita de un inmovilizador de clavícula o de otra ortesis para tratar la lesión que sufrió el paciente.
¿Qué puede causar las lesiones de clavícula?
Dependiendo la gravedad de la lesión, la persona puede resultar con incapacidades laborales y limitaciones funcionales.
Además, en este estudio se expone que estas fracturas representan entre el 2.6% y el 10% del total. Por este motivo es importante aliviar los dolores de esta zona con inmovilizadores de clavícula.
Uno de los motivos del éxito de estos inmovilizadores es porque es una zona incómoda para inmovilizar después de la intervención.
Tradicionalmente, se utiliza yeso o férula, pero sería extremadamente incómodo para el paciente. Como estos inmovilizadores son de algodón o telas acolchonadas, permite comodidad en todo momento y la fijación que la zona debe tener.
Qué NO se debe hacer con los inmovilizadores de clavícula
Estos modelos es frecuente encontrarlos hechos en materiales de poliéster y poliamida. Tiene cintas con anillas y soporte para evitar movimientos de antebrazo. Las cintas son cortas o largas, según la necesidad, con dos velcros para asegurar la fijación. Es un método sencillo para que el paciente pueda adaptarse de manera rápida.
Estos inmovilizadores claviculares tienen diferentes diseños anatómicos para que el paciente consiga la posición correcta en todo momento. Su ventaja es que tiende a ser más seguro que los otros, pero menos confortable.
¿Qué riesgos evita los inmovilizadores de clavícula?
En primer lugar, el riesgo más grande que existe es que el hueso se resienta o vuelva a romper. Es lo que se intenta evitar en todo momento. En segundo lugar, posibles malas alineaciones de la parte, que puedan ser traducidas en el tiempo con imposibilidades de movimiento.
Pero también hay otras patologías que pueden ocurrir. La inmovilidad puede producir síndromes compartimentales. Por este motivo, el uso de un inmovilizador de clavícula debe ser acompañado con terapias de rehabilitación para recuperar la movilidad.
Al contrario de lo anterior, tener la movilidad adecuada colabora para que los músculos y tendones de la zona vuelvan a su estado original y no sientan la inactividad. Lo mismo ocurre con la clavícula: con los ejercicios correctos se integrará rápidamente a la articulación del hombro.
Si se utilizan los inmovilizadores de clavícula y realizan los ejercicios correspondientes, menor será la posibilidad de sufrir futuras lesiones.
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