La tecnología empleada en los análisis de marcha ha permitido aprovechar al máximo estos estudios, que están destinados a evaluar y tomar decisiones terapéuticas sobre determinadas patologías. El uso de mejores herramientas ayuda a tener más precisión sobre los resultados de los análisis de marcha y, en consecuencia, se pueden planificar acciones más eficientes, ya sea en lo que respecta a tratamientos de rehabilitación o bien procedimientos quirúrgicos.
El análisis de marcha es un estudio que permite valorar diferentes aspectos de la marcha de un paciente, con el fin de identificar problemas específicos, alteraciones o ubicación de lesiones traumáticas. También es un estudio de utilidad para realizar el control y seguimiento de tratamientos realizados sobre determinadas patologías, entre las que se encuentran la parálisis cerebral, la espina bífida, alteraciones músculo-esqueléticas que afectan la marcha, lesiones articulares o la osteoartritis.
En este análisis, se estudia los movimientos de las partes del cuerpo que participan de la marcha, como los brazos y el tronco y también los movimientos de las articulaciones de piernas, rodillas, caderas y pies. Se analiza también la pisada y la separación entre ambos pies durante la caminata, lo que permite identificar deficiencias músculo-esqueléticas o desalineaciones articulares.
El análisis de la marcha también es de utilidad para realizar mediciones y ajustes de ortesis y prótesis y también para determinar la espasticidad de los pacientes afectados por patologías neurológicas.
El análisis de la marcha es un estudio interdisciplinario ya que no sólo se involucra la medicina, sino también la bioingeniería y la informática. Esto da como resultado un sistema que utiliza sensores portátiles de movimiento, plataformas de fuerza, cámaras de vídeo y sistemas computarizados para lograr resultados más eficientes.
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Muchas veces las patologías que afectan la marcha comienzan haciendo cambios imperceptibles sobre la movilidad del cuerpo, y son difíciles de identificar hasta que la patología o la lesión causa daños irreversibles. El análisis de la marcha permite entonces detectar estos cambios rápidamente y poder establecer el tratamiento adecuado para la recuperación, antes de que sea demasiado tarde.
Del mismo modo también es un método que es de utilidad para deportistas de alto rendimiento, ya que permite detectar cualquier problemática que puede afectar su desempeño. Una vez detectado, el análisis de marcha también ayuda a analizar la evolución y la respuesta del paciente al tratamiento, para saber si es correcto o no o si se debe cambiar la estrategia.
El análisis de marcha es de mucha utilidad para una mejor elección de los tratamientos adecuados a la patología del paciente que se está analizando. Es un estudio que ideal para decidir los pasos a seguir, si es mejor un procedimiento quirúrgico o es algo que se pueda tratar con rehabilitación.
Hay que considerar que, para poder aprovechar al máximo el análisis de la marcha, los informes y resultados de la misma deben ser analizados por profesionales calificados para poder interpretar correctamente la información. Además de esto, la información debe ser contrastada con la historia clínica del paciente para tomar las decisiones correctas de acuerdo a la patología detectada.
El análisis de marcha también se utiliza para evaluar los progresos o retrocesos del paciente y su respuesta ante el tratamiento elegido. Esto se realiza a través de análisis comparativos, en diferentes momentos del tratamiento o en diferentes condiciones, por ejemplo, con o sin muletas.
Se estudia la velocidad de la marcha del paciente, el número de pasos que se realizan por minuto, el largo y el ancho que tienen esos pasos y la duración que tienen las fases del ciclo de la marcha. Para esto se utilizan los sensores ubicados estratégicamente en el paciente y se observan los resultados a través de la computadora.
Hace referencia al análisis de la marcha en lo que respecta a los ángulos que realizan las articulaciones y a sus movimientos en el espacio. Esto se logra a través de la marcha del paciente sobre una cinta, mientras que los movimientos son captados por cámaras especializadas que se conectan a la computadora y permiten visualizar dicho movimiento en forma tridimensional.
En el análisis de marcha se estudian también las medidas de la fuerza ejercida por el peso del paciente sobre la superficie y la fuerza de reacción de dicha superficie. Estas medidas de fuerza se estudian de manera vertical, anteroposterior y mediolateral. Esto permite detectar los músculos que realizan la fuerza sobre el suelo y qué tipo de contracción muscular se desarrolla durante la marcha. Permite también analizar si hay una sobrecarga de las articulaciones y cómo se realiza el reparto de las cargas y las presiones al pisar.
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