Tipos de sillas de ruedas pediátricas

Las sillas de ruedas están diseñadas para permitir el traslado de niños con problemas de movilidad reducida o de locomoción, debido a lesiones físicas o enfermedades.

Las sillas de ruedas pediátricas pueden ser eléctricas o manuales. Las eléctricas son impulsadas por motores los cuales se accionan mediante una batería recargable que manipula la persona que se encuentra en la silla por medio de un panel de control que da acceso a la velocidad de la silla.

La silla de ruedas manual puede ser impulsada por la persona que la usa por medio de las ruedas traseras de la misma, o puede ser empujada por alguien más desde la parte trasera de la silla agarrando los mangos en la parte superior, éstas pueden ser plegables o rígidas.

Caracteristicas de las sillas de ruedas pediatricas

Cuando se habla de sillas de ruedas pediátricas, hablamos de buscar la mayor comodidad, además pueden adaptarse con componentes funcionales para poder satisfacer las necesidades de los niños.

Comprar una silla de ruedas que se adapte a las necesidades que el niño tenga es importante, teniendo en cuenta que, los niños están creciendo constantemente y desarrollando sus capacidades psicomotoras.

Lo que debes tener en cuenta al momento de comprar una silla de ruedas para un niño, es lo siguiente:

• Profundidad del asiento. La profundidad del asiento va a depender de la discapacidad que tenga el niño, lo cual es muy importante para que el niño se sienta cómodo.
• Altura de la espalda. La altura adecuada del espaldar de la silla es de igual importancia para la comodidad del niño y debe ser ajustable a su talla.
• Ancho del asiento. Lo ancho que sea el asiento depende del peso y la edad del niño.
• Altura del asiento. La altura adecuada va a depender de la condición de la discapacidad, para ello es importante saber si por su discapacidad las piernas deben quedar fijas al descanso de los pies o pueden estar libres.

• Apoyo de los brazos. Dependiendo de la discapacidad que tenga el niño el respaldo de los brazos será muy importante para la comodidad del niño en la silla, así mismo, se recomienda que los mismos sean ajustable a la altura del pequeño.

Tipos de sillas de ruedas pediátricas conforme a la discapacidad

Lo más recomendable es siempre acudir a un vendedor o almacén especializado en sillas de ruedas, ya que estos pueden adaptar la silla a las necesidades especiales que tengan los niños, y podrás escoger entre los diferentes modelos de sillas. Los tipos de sillas de ruedas pediátricas son los siguientes:

• Sillas de traslado: ideales para niños que solo presenten problemas de movilidad en las extremidades inferiores.
• Sillas controladas por un asistente: estás son las sillas adaptadas para los niños con discapacidad en extremidades inferiores y superiores que no son capaces de mover el dispositivo de traslado por su propia cuenta, o que, son muy pequeños para hacerlo por sí mismos. Estas sillas son ideales para niños con paraplejia o parálisis total.
• Sillas bimanuales: estas son las sillas que se conducen con ambas manos, para ello, el usuario debe movilizar sin problemas sus dos brazos y manos.
• Sillas eléctricas: son ideales para niños que sean mayores de 6 años, ya que, pueden ser conducidas mecánicamente por el usuario, como también, son recomendadas para los usuarios donde su discapacidad no compromete manos y dedos.

Otras consideraciones a tener en cuenta…

Cabe destacar que el niño pasará la mayor parte del tiempo sentado en la silla de ruedas, por lo que es muy importante que se sienta cómodo en ella.

Las sillas de ruedas pediátricas deben tener un diseño que corresponda a sillas infantiles, que estén hechas de un material que sea de fácil limpieza y lo suficientemente resistente para darle estabilidad al niño, evitando cualquier vuelco o caída.

También deben darle al niño la posibilidad de maniobrar por sí solo la silla en caso de ser necesario, sin estar dependiendo de un adulto que ayude con su desplazamiento.

En muchos casos, hacer uso de una silla de ruedas puede dar mucha independencia a los niños que las usan, como también ayudar en el proceso de rehabilitación en caso de haber sufrido alguna lesión que justifique el uso de la silla.